Más de 25 años creando joyas con alma.
Soy Ruth Nadal y nací entre herramientas y artesanos.
Mi padre me transmitió los secretos de un oficio antiguo y apasionante en el que he encontrado mi camino.
La tradición del trabajo hecho a mano y el valor de lo único guían mis manos, que son las mejores herramientas de mi creatividad.
joyas que te anclan a momentos y a personas.
Entiendo la joyería como mi camino de expresión con el que hablo sin palabras, Las joyas forman parte de tu lenguaje visual con el que te muestras y defines tu personalidad. Por eso me gusta hacer piezas irrepetibles y exclusivas, joyas que te complementan porque conectan con tu esencia. Desde el taller, y con materiales de primera calidad, imagino, esbozo y creo un universo de joyas, que vibran con diferentes frecuencias esperando encontrar la tuya.
Creo que cada pieza está destinada a una persona en concreto, con la que surgirá una conexión íntima e intensa. Es este momento tan emocionante y potente lo que me motiva a hacer joyas de autora, únicas, personales y singulares. Este vínculo entre la joya y tus emociones hace que mi joyería sea acogedora, cálida y emotiva.
Crear una joya es apasionante. Sentarse en la mesa de joyera, abrir el cajón, coger el metal y las herramientas y dejar que todo fluya, es una sensación de libertad indescriptible. A veces la creatividad me empuja a convertir una idea en una joya, y en otros momentos son las manos las que me llevan directamente a escuchar el metal y a dejarme llevar.
La sorpesa va ligada a la creatividad y le da al oficio de joyera un toque mágico fascinante.
Tradición que te sorprende.
Reivindico las manos como herramientas de expresión
Y defiendo el oficio artesanal y tradicional de joyera en pleno siglo XXI. Trabajo con un equipo de artesanos locales de oficios afines a la joyería que dominan técnicas concretas que dan el toque final a todas las joyas.
Entiendo cada joya como una pequeña obra de arte que lleva una parte de mí, y que es el resultado de transformar la vida en objetos que emocionan y se pueden tocar y lucir.